Mucha gente no da importancia a la higiene dental en bebés, al considerarlos muy pequeños, pero sin embargo debemos limpiar los primeros dientes desde el momento en el que comienzan a aparecer, como mínimo una vez al día, siendo más recomendable por la noche, antes de dormir. Usaremos un trapito o gasa humedecidos con agua para limpiar suavemente los mismos y las encías.
También se puede usar un dedal de silicona, especialmente indicado para la higiene bucal de los más chiquitines de la casa.
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| "Dedal higiene bucal" |
Sobre los dos años aproximadamente, se puede empezar a usar un cepillo de dientes especial para niños y niñas, pequeño y muy suave, de dos a tres veces al día. De igual manera debemos ayudarlos, ya que no tendrán aún la coordinación de movimientos suficiente como para cepillarse con eficacia los dientes.
Poco a poco, y a partir de esta edad podemos ir introduciendo una cantidad pequeña de crema dental. Es preferible que al principio la pasta de dientes no contenga flúor, para que no dañe al bebé si traga algo de la misma accidentalmente.
Hay cremas dentales especiales para niños, algunas fabricadas con ingredientes naturales y sin flúor.
Paulatinamente, a partir de los tres años de edad, cuando hayan aprendido bien el mecanismo de cepillado y escupan la crema podemos ir confiando en su autonomía para el lavado de diente, aumentar la cantidad de pasta e ir probando nuevas cremas dentales hasta que lleguen a usar la misma que nosotros.
Más adelante, o cuando los dientes y muelas empiecen a estar juntos, podrán usar el hilo dental con nuestra ayuda, de modo suave.
Nuestro dentista, al que ya debemos haber visitado en varias ocasiones a partir del año de edad, nos aconsejará a cerca del modo más adecuado de efectuar esta tarea y las marcas de seda dental más recomendables.
En la siguiente tabla se aprecia un esquema de la adecuada higiene dental en estas edades.
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