martes, 19 de agosto de 2014

CONSERVACIÓN DE LA LECHE MATERNA (y III): UTILIZACIÓN DE LA LECHE ALMACENADA.

Hola! Vamos a terminar esta serie dedicada a la conservación de la leche materna con las formas de utilización de la leche almacenada y además, como os comentaba en el post anterior, unas nociones sobre los plásticos de uso alimentario


Imagen obtenida de aquí

Para utilizar la leche refrigerada o almacenada hay que tener en cuenta algo muy importante: para no destruir las bacterias vivas que posee además de no romper las proteínas, no conviene sobrecalentarla ni moverla de forma enérgica.

Si la leche está congelada se puede sacar la noche anterior a su utilización y dejarla en el frigorífico. Si se va a usar inmediatamente se puede descongelar bajo el chorro de agua caliente (no a más de 38 ºC) de un grifo. Una vez descongelada (o sacada del frigorífico si no se ha congelado) se mueve suavemente y se vierte en el biberón.

Hay que tener en cuenta que cuando la leche se almacena se divide en dos capas, con la grasa arriba (más amarilla) y el resto del líquido abajo más blanco y transparente. Esto no significa que la leche esté cortada ni nada parecido, sino que los diferentes componentes de la leche se separan según su peso.

El biberón puede calentarse al baño María o en un calientabiberones, nunca en el microondas, pues éste no caliente uniformemente y puede sobrecalentar la leche. Una vez caliente (hay que tener en cuenta que no hay que calentarlo en exceso) y comprobada la temperatura se le puede dar a nuestr@ bebé. 

Si seguimos estas pautas podemos asegurar a nuestros hijos e hijas una leche que guarda todas las propiedades y que por tanto nos da tranquilidad cuando no estamos con ell@s.

Desde aquí me gustaría también hacer una pequeña aclaración sobre el uso de los tarros de orina para la conservación de la leche, pues aún a día de hoy se recomienda este método a las mamás tanto por matronas como en farmacias. 


Los recipientes que usemos para almacenar la leche de nuestros pequeños (o si guardamos su comida cuando se empieza la alimentación complementaria) deben ser de uso alimentario (símbolo del tenedor y la copa) y además estar libres de bisfenol-A o BPA (símbolo BPA free). 


Pero, ¿qué es el BPA? Es una sustancia química de síntesis utilizada en la fabricación de plásticos desde 1930. Se usa tanto en policarbonatos (vasos, platos, cubiertos, envases para alimentos...) como en resinas epoxi (recubrimiento interior de latas para alimentos y en materiales dentales) y en otros usos (aditivo para PVC, papel reciclado, papel térmico, etc).


Diferentes estudios han demostrado que el BPA produce efectos negativos incluso a bajas dosis en animales y humanos:

- Alteraciones hormonales
- Alteraciones en el desarrollo físico, neuronal y endocrino.
- Además, un estudio en los EEUU de 2004 encontró que los pacientes con mayor cantidad de BPA en sangre eran los que tenían mayor incidencia de diabetes, enfermedades cardiovasculares y hepáticas.

Aunque los estudios sobre los efectos del BPA en humanos no son consistentes muchos científicos alertan de que tan importante es la cantidad de BPA a la que estamos expuestos de forma puntual como una exposición a menor dosis pero prolongada en el tiempo.

Es por ello que muchos gobiernos tomaron la medida de precaución de prohibir la utilización de BPA en los plásticos para la fabricación de biberones, puesto que los bebés son los más vulnerables a cualquier sustancia tóxica.

Canadá fue la primera en prohibir el uso de BPA en biberones, seguida de Japón (allí está prohibido el BPA en cualquier plástico para alimentación, sea infantil o no), algunos estados de EEUU, la Unión Europea en 2011 y Argentina y Perú en 2012, entre otros.

Como veis, la alarma sobre el BPA no es infundada, y es algo muy importante a tener en cuenta. Y volviendo a los tarros de orina, incumplen en todos los aspectos, pues ni son de uso alimentario ni están libres de Bisfenol-A, y además poseen un recubrimiento interior que hacen que la orina se conserve en condiciones adecuadas para su análisis. Por lo tanto, descartados totalmente para su uso como recipiente de conservación de alimentos. 

Pues aquí terminamos esta serie dedicada a la conservación de la leche materna. Espero que os haya sido de utilidad, podéis dejar vuestras preguntas o sugerencias en comentarios y si consideráis que alguien más puede necesitar esta información, no dudéis en compartirla. 

Un saludo!

1 comentario:

  1. Muy útil y valiosa esta información. Yo de momento no tengo la necesidad de extraerme la leche porque no trabajo. Pero sí que alguna vez me la he sacado porque al Superpapá le hacía ilusión darle.
    Está bien saberlo por si un día también tienes una emergencia o algo excepcional. Un saludo y felicidades por el blog!!!

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